Los ancianos son un grupo poblacional con riesgo de deshidratación ya que su "sensación de sed" se ve muy mermada, por lo que habrá que prestar especial atención y mantener la hidratación de manera constante.

  • Se recomienda beber al menos dos litros de agua repartidos a lo largo del día. Se pueden tomar infusiones para favorecer esta ingesta.
  • Se recomienda pautar unos intervalos para beber agua, no esperar a tener sed, y sobre todo beber durante la mañana. Hay que ingerir más de ocho vasos de agua al día para cumplir con los requerimientos.