Plato saludablePlato saludable

Escoge alimentos frescos de buena calidad. Si no dispones de mucho tiempo puedes optar por vegetales congelados o en conserva. A nivel nutricional no hay apenas diferencia pero se puede ver modificada su textura y sabor.

La mitad de tu plato ha de ser vegetal. No tiene por qué ser un plato de lechuga, pueden ser espaguetis de calabacín, berenjenas rellenas, pisto, crema de verduras… Pero que la parte más abundante de tu comida sean las verduras y cuanto más color haya mejor.

Utiliza métodos de cocinado sencillos. Variados para no caer en la monotonía pero que se utilice poca cantidad de grasa para cocinar: al wok, al vapor, papillote, asados, estofados, salteados…

Aprovecha el agua de la cocción de las verduras. Puedes utilizar ese caldo para cocer pasta, arroz, añadir a un estofado… Le dará más sabor al plato y aportará nutrientes.

Sal con moderación. Utiliza sal yodada pero en cantidad moderada. Podemos utilizar para dar sabor a nuestras preparaciones condimentos, especias, hierbas aromáticas para reducir el consumo de sal.

AOVE. Nuestra fuente principal de grasa tiene que ser el Aceite de Oliva Virgen Extra y mejor si su uso es fundamentalmente en crudo. Cuando lo utilicemos para cocinar, con cuidado no dejar que salga humo blanco, ya que se oxida y pierde sus propiedades.

En la consulta de Nutrición queremos que tengas en tu alimentación los nutrientes que mejoren tu salud.