Hay muchos momentos en los que en las preparaciones de los platos parece que, si no usamos la Chalota, no se puede hacer bien o hay recetas en los que aparece este ingrediente y no lo conocemos.

Si no sabes que es la chalota, te lo contamos.

La chalota es un bulbo de la familia de las aliáceas que tienen entre sus integrantes también a la cebolla, la cebolleta, el ajo o el puerro. Muchas personas creen que es un tipo de cebolla, cuando en realidad es que su formación es más parecida al ajo.

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La chalota, carlota, chalote o escaloña es originaria de Asia Central y se cree que su nombre proviene de la ciudad de Ascalón que formó parte de los puertos fenicios donde se comerciaba en la antigüedad con especias, vino y aceite de oliva.

Tiene un tamaño pequeño, crece en grupos de bulbos, tiene forma alargada y es más pequeña que la cebolla, miembro de la familia al que más se asemeja, pudiendo se encontrar variedades de diferentes tamaños, formas y colores que van desde el blanco al rosado. Su sabor es dulce y suave, por lo que es muy apreciada en la cocina.

La chalota se utiliza mucho en la cocina francesa, siendo muy habitual en platos de alta cocina, ya que son aromáticas, ofrecen un sabor dulce y delicado, siendo su sabor más suave que el del ajo y más fino que el de la cebolla.

Aunque se puede consumir cruda, lo habitual suele ser presentarla en preparaciones, cocida o frita o confitadas como el acompañamiento perfecto para una carne, un pescado o aperitivos a base de queso o foie. También es muy habitual verlas en guisos y salsas.

En la cocina mediterránea, india y asiática, son consideradas no solo por su sabor particular y aroma, sino sobre todo por sus propiedades nutricionales y valor medicinal.

Las chalotas tienen unas propiedades nutricionales muy similares a los componentes de la familia, son ricas en flavonoides y polifenólicos y también tienen fibra dietética, vitamina C, A, B6, ácido fólico, potasio, calcio, fósforo o manganeso.

Si quieres utilizarla en tu cocina, convertirás tus platos en una delicia, pero si tienes una receta con este ingrediente y no la tienes, recuerda que hay muchos miembros de la familia de las aliáceas que se pueden utilizar y beneficiarte de sus propiedades.

Estas y muchas cosas os las podemos asesorar en la Consulta de Nutrición.